Presentación del estudio de conocimientos, actitudes prácticas en derechos sexuales y reproductivos.
El 5 de diciembre de 2022, ORMUSA presentó el estudio de Conocimiento, Actitudes y Prácticas (CAP) en derechos sexuales y reproductivos de estudiantes de educación superior, realizado con el apoyo técnico y financiero de la Asamblea de Cooperación por la Paz (ACPP), Gobierno de Navarra y Fundación para una Sociedad Justa (FJS).
La muestra del estudio estuvo conformada por una población estudiantil de 1,027, entre ellas 633 mujeres y 394 hombres, de diversas universidades del país.
Un dato relevante es que muchas personas encuestadas no identifican fácilmente que son víctimas de violencia, ya que el 92% del estudiantado manifiesta que no ha vivido, ni esta viviendo violencia en su relación de pareja, no obstante al ahondar en las preguntas, identificaron conductas o acciones que si constituyen violencia.
Otro tema importante, fueron sesgos y estereotipos de género que muestra gran parte de población estudiantil encuestada. Por ejemplo, al indagar afirmaciones que denotan sexismo como “el hombre llega hasta donde la mujer quiere”, el 47% indicó estar totalmente de acuerdo, el 28% no está ni de acuerdo, ni en desacuerdo, y el 24% está totalmente en desacuerdo.
El estudio también abordó conocimientos y actitudes sobre la diversidad sexual, el uso y confianza de métodos anticonceptivos, sobre la educación integral para la sexualidad y las prácticas en redes sociales.
En la presentación del informe, participó Nery Figueroa, Coordinadora de la Unidad de Bienestar Estudiantil e la Universidad Gerardo Barrios (UGB) de San Miguel, quien llamó a transformar prácticas de crianza que reproducen la violencia, el sexismo y el desconocimiento de los derechos. Por ejemplo, afirmó el problema radica desde el hogar, ya que se les enseña a los niños y niñas a sentir vergüenza de su cuerpo, por ello no dicen si alguien los ha tocado, porque les da vergüenza, y se siente culpables.
También, llamó la atención las conductas de riesgo con la tecnología y las redes sociales debido a que la violencia, ha tomado otra connotación, muchas veces se dice: ¡no es violencia pero sí lo es. Con la tecnología, la violencia ha mutado y se ha extendido, y hoy los niños y las niñas están más en convivencia con un celular o con una computadora, que con la familia.
Nery Figueroa, Coordinadora de la Unidad de Bienestar Estudiantil e la Universidad Gerardo Barrios (UGB) de San Miguel.
Por tanto, afirmó, el Estado como la sociedad le ha fallado a la juventud y a la adolescencia. Recordó que hace muchos años se quiso implementar la educación sexual en las escuelas, sin embargo, docentes y padres de familias se opusieron, porque piensan que cuando al hablar del tema, se les está incitando, y por ello los adolescentes buscan la información en youtubers, y estamos permitiendo que sean ellos quienes desinformen.
Por tanto, aconseja, a que se comience a hacer campañas para mostrar las leyes, las políticas, los tratados internacionales, debido a que hay mucha población estudiantil, que desconoce sus derechos. Se les debe dar protagonismo y comenzar hablar con su familia sobre temas tabúes como la sexualidad y la reproducción.
Además, se contó con la partición de Jennyfer Tejada, Docente y coordinadora de la cátedra de Género de la Universidad Tecnológica de El Salvador, quien expresó que uno de los resultados que llama la atención es que alrededor de 30% de las personas siguen manteniendo creencias o conocimientos estereotipados, ya que muchas veces no reconocemos que la violencia es cultural y está impregnada en la sociedad en general”.
Destacó que los resultados deben analizarse ya que se centra en profesionales del futuro, pero siguen manteniendo creencias como que las mujeres son sumisas y, de que deben ser guiadas en el acto sexual y otras situaciones, afirmó la licenciada Tejada. Por tanto, desconociendo la autonomía y los derechos de las mujeres.
En su opinión, una clave muy importante es poder descentralizar la educación, ya que no solo debe implicar a las universidades, sino en cómo podemos llevar a los estudiantes de las universidades a que enseñen a las comunidades.
Otro punto evidente son las prácticas de la cultura de violación en nuestras instituciones de educación, y enfatizo que “es preocupante el hecho, de que, las personas estén de acuerdo con la afirmación que el hombre llega hasta donde la mujer le permite, estás no son prácticas que podemos permitir. Y ese pensamiento lo tiene un 47%, es decir, que los estudiantes están pensando todavía, desde esa visión del modelo biologicista, que nos dice que el hombre aparentemente no puede tener control sobre sus impulsos. Por ende, son situaciones, que también debemos reconsiderar dentro de las instituciones”.
Jennyfer Tejada, Docente y coordinadora de la cátedra de Género de la Universidad Tecnológica de El Salvador
En conclusión, ambas comentaristas expresaron la importancia de fortalecer los estudios de educación sexual y reproductiva tanto en los sistemas educativos de nivel básico, como en el superior, asimismo, implementar campañas y capacitaciones en comunidades para promover una vida sexual responsable.