El 19 de agosto fue aprobado por la Asamblea Legislativa como el «Día Nacional de la Educación Integral en Sexualidad”; a solicitud de la Coalición Salvadoreña por la Educación Integral de la Sexualidad.
Según la nota de prensa difundida por la Asamblea Legislativa, la educación integral en sexualidad, es un compromiso del Estado con la juventud salvadoreña que le brinda beneficios como: el retraso del inicio de la actividad sexual en adolescentes, la reducción de embarazos en adolescentes, disminución de casos de VIH e infecciones de transmisión sexual, el ejercicio de una sexualidad responsable y la deconstrucción de mitos y prejuicios acerca de la sexualidad humana. Asimismo, se considera que la educación integral en sexualidad, además es una estrategia de prevención, reducción y eliminación de diversas problemáticas que afectan a la juventud como ya se ha referido, construye una cultura inclusiva, libre de violencia y con enfoque de derecho, razón por la cual se hizo la propuesta, que recibió el aval del Pleno .
De acuerdo a exposiciones de representantes del MINED, es el proceso vinculado estrechamente a la formación de las personas que aporta elementos de esclarecimiento y reflexión para incorporar la sexualidad como una dimensión existencial, de forma plena, enriquecedora y saludable en todo el transcurso vital, en un ámbito de vigencia de los Derechos Humanos y la Equidad de Género. Agrega que es de vital importancia en tanto ayudaría a disminuir los altos índices de violencia social y de género; embarazos tempranos, infecciones de transmisión sexual (ITS) incluyendo VIH; suicidios de mujeres adolescentes con embarazos no deseados y violencia y discriminación por razones de sexo, género, edad, identidad sexual, discapacidad, entre otros.
Puede describirse como educación profundamente humana que promueve: la flexibilidad y rechaza los estereotipos y las relaciones de poder; conductas que reducen los riesgos y propicia que las personas jóvenes se expliquen y clarifiquen valores y actitudes; y favorece que adolescentes y jóvenes adquieran los conocimientos y habilidades para tomar decisiones responsables e informadas sobre sus relaciones sexuales y sociales.
Para Bryan Varela, integrante de la red juvenil COINCIDIR, “La Educación Integral en Sexualidad, promueve la autonomía en la toma de decisiones sobre nuestra sexualidad, su vivencia sana, el cuidado de nuestro cuerpo y el respeto a las demás personas. A través de ella podemos conocer los procesos biológicos, psicológicos y hasta culturales que conforman la sexualidad, con estos conocimientos podemos entender aspectos relacionados con la orientación sexual, la identidad
de género lo que permitiría –a partir de que sabemos cómo suceden estas construcciones- comprender y aceptar las nuestras y respetar las diferencias. El acceso a este conocimiento ayuda a que lo miremos con naturalidad y las exploraciones propias de la niñez, adolescencia y juventud se practiquen con información científica y con plena responsabilidad”.
COINCIDIR también afirma que la educación es la herramienta fundamental para combatir el patriarcalismo y para generar ese cambio cultural tan necesario para la igualdad entre las personas. Cuando no se organiza de manera adecuada, el sistema educativo conduce al resultado inverso, perpetuando la injusticia y la discriminación. Aunque se trate de evitar, lo cierto es que las personas siempre somos informadas sexualmente, por acción o por omisión, por vía de las escuelas, de las familias, de los medios de comunicación, etc. De esta forma, la decisión de no brindar educación sexual en los centros de enseñanza supone optar por una forma omisiva de educación sexual, que deja a las niñas, niños y adolescentes librados a su suerte en cuanto al tipo de conocimientos y mensajes, generalmente negativos que reciben sobre la sexualidad”.